Página 12: Encuentra tu psicólogo en Uruguay

En este espacio recorreremos un camino juntos para poder entender y darle sentido a nuestra experiencia de vida. Desde la terapia cognitivo conductual y EMDR, un vínculo basado en la confianza y empatía, podremos sanar heridas y encarar el presente con resiliencia y optimismo.

Me considero una terapeuta con una escucha activa, la idea es construir en el consultorio clínico un espacio de intercambio. Con respecto a mi desempeño como psicóloga, me ocupo de brindar herramientas, plantear ejercicios, realizar señalamientos, psicoeducar, motivar, ya que desde mi visión es importante ocupar mi lugar desde un rol interactivo. Es fundamental que el paciente se vaya de cada sesión con nuevas reflexiones, cuestionamientos, perspectivas ya que estos son el motor para generar cambios significativos en la vida de cada uno. Mi sello como profesional, es poder otorgar consultas con mucha calidez, empatía, humanismo, considero que es primordial para que pueda darse un espacio de proceso terapéutico efectivo.

Mi enfoque terapéutico se basa en la Terapia Cognitivo-Conductual, donde incorporo técnicas de Terapia de Esquemas y profundizo en la Teoría del Apego. Además, integro otras terapias contextuales para brindar un enfoque holístico y personalizado a las necesidades individuales de mis pacientes. Mi objetivo es proporcionar un espacio seguro y comprensivo donde mis pacientes puedan explorar sus emociones, identificar patrones de pensamiento y comportamiento, y trabajar hacia el cambio positivo y el crecimiento personal.

Bueno, yo opté por la terapéutica gestáltica luego de enviudar. Mi pareja de aquel momento enfermó gravemente y falleció. En aquel momento yo tenía 40 años, y para mí fue no solo la pérdida de una persona amada, sino también de todo un proyecto de vida, más allá de mi propia crisis vital evolutiva, con lo cual inicié toda una búsqueda, exploración y experimentación que me puso de cara con mis limitaciones y mis recursos, mis fortalezas. Me encontré en un rol donde brindaba confianza, donde acudían a mí no sólo por solvencia técnica y pericia, sino también por experiencia de vida. Las personas se acercan a mí en busca de apoyo y orientación. Hasta ese momento, yo trabajaba una terapéutica de corte psicoanalítico, más analítica e interpretativa. Pero a raíz de mi exploración, actualmente, en mi consulta incluyo la dimensión espiritual de la existencia humana, así como el cuerpo, y desde ahí habilito la resignificación, para que el paciente amplíe conciencia sobre su sufrimiento y pueda orientarse mejor hacia el alivio y la satisfacción de sus necesidades de forma más asertiva.