El apego madre - hijo sano permite que los hijos se sientan seguros y corregulados. La seguridad emocional se construye cuando la madre puede ser constante en su apoyo y cuidado , asi como ser empatica y receptora de las emociones de los hijos.
La relación madre – hijo es un vínculo importante del desarrollo que se va creando desde el momento mismo del embarazo, ( y nos atreveríamos a decir y en algunos casos que desde que se plantea la posibilidad de ser mamá). Durante el embarazo mamá va imaginando y fantaseando como será el hijo que espera, depositando en ello grandes expectativas e ilusiones, y en algunos casos, este periodo de nueve meses va a permitir tanto a mamá como a papá prepararse física y psicológicamente para la llegada del bebé.
Durante el embarazo, existe un proceso adaptativo a la noticia “Voy a tener un hijo”, durante el cual existe gran ternura y apego hacia dicha condición y con el paso del tiempo fortalecerá el vínculo madre-hijo. Asimismo se hacen presentes grandes cambios en el cuerpo de la mamá que conllevan una gran variabilidad en los estados de ánimo. Es así que se comienza a reconocer que en unos pocos meses el bebé nacerá, cuando se experimentan los primeros movimientos del bebé. Finalmente se empieza a experimentar al futuro hijo como a un individuo
De tal forma que cuando llega el tan esperado momento del parto, la mamá ya está preparada para afrontarla separación anatómica y la adaptación al bebé que espero, durante esos largos meses, es así y mediante contacto de los sentidos se fortalecerá aún más el vínculo antes mencionado.
Durante dicha relación, habrá ocasiones en donde mamá requierasepararse de su hijo. En la mayoría de los casos, la separación permitirá al niño el desarrollo de su autonomía. Sin embargo, hay veces que la separación puede tener un efecto adverso sobre el niño y la madre y así dificultar el proceso de individuación en el pequeño.
Es normal que ante la separación surja una sensación de angustia, ya que el bebé depende totalmente de la persona que lo cuida y protege. En términos sociales, la forma que se maneja la situación ante la separación dependerá de la cultura, de tal forma que hay países donde se enfatiza la autonomía desde muy temprano, pero en otras culturas como la nuestra el bebé se separa muy poco de la madre.
Por lo general los bebes suelen mostrar las primeras señales de angustia hacia los 8 meses de edad, y entre 12 y 18 meses. Cuando los padres dejan al niño para irse a trabajar, cuando el niño repentinamente no ve a los padres físicamente, cuando van a realizar un pendiente, por las noches al acostarse en la cuna o dejarlo en el cuarto contiguo a los padres.
Esta etapa es normal en el desarrollo y pasará eventualmente si tanto madre como hijo están preparados emocionalmente. Es la actitud de la madre quien favorece el proceso de separación- individuación y la angustia en el niño solo demuestra la presencia de la relación cercana con la madre.
A menudo al dejar o despedirse de los hijos y verlos llorar o sujetarse a las piernas, provoca muchas dudas e inquietudes acerca de la labor maternal; se pensara siestá haciendo bien o puede sentirse culpa por tener que dejar a los hijos por un tiempo prolongado,sintiéndose insegura y manifestando una actitud hacia el hijo que entorpecerá la separación.
Muchos van a ser los momentos de separación por lo que es importante que la madremanifieste una actitud de seguridady confianza hacia el hijo.
La separaciónle da herramientas y recursos personales al pequeño que le permitirán desarrollar su autonomía y tener los recursos emocionales para enfrentarse a otras separaciones.
Si la angustia de separación persiste todos los días o se prolonga después de los años preescolares, o si le preocupa que su hijo no se esté adaptando a estar sin mamá es necesario consultar con un especialista.
Sin duda otras familias han estado en la misma situación y han solicitado ayuda, el psicólogo puede ayudar a calmar sus inquietudes así como elaborar un plan que ayude a ambos.
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