La Comunicación Asertiva: Herramienta Fundamental para Fortalecer el Vínculo en el Matrimonio

Autor: Carlos Eduardo Muñoz Vazquez , 14/11/2024 (0 vista)
Dificultades en relaciones, Crisis emocional, Separaciones y pérdidas, Violencia doméstica
La Comunicación Asertiva: Herramienta Fundamental para Fortalecer el Vínculo en el Matrimonio

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La comunicación es la base de las relaciones humanas, especialmente en el matrimonio, donde la convivencia requiere una comprensión profunda y una conexión constante entre ambos miembros de la pareja. A lo largo de este artículo, se desarrollará un análisis exhaustivo de la comunicación asertiva, su papel en la pareja, los perfiles de comunicación, la importancia de la empatía y el uso de técnicas concretas para mejorar las interacciones. También se explicarán detalladamente la Técnica Sándwich y la Técnica DEPA, y se incluirán consejos para evitar errores comunes en su aplicación.

¿Qué es la Comunicación?

La comunicación se define como el proceso de intercambio de ideas, emociones y pensamientos entre individuos. Martin Buber (1958) destaca que la verdadera comunicación surge cuando ambos interlocutores se perciben mutuamente como iguales, compartiendo significado en una “relación yo-tú” que va más allá de la mera transmisión de información.

Elementos de la Comunicación

El modelo de Shannon y Weaver (1949) identifica los elementos esenciales de la comunicación:

  • Emisor: quien envía el mensaje.
  • Receptor: quien recibe e interpreta el mensaje.
  • Mensaje: el contenido a transmitir.
  • Canal: el medio por el cual se transmite el mensaje (oral, visual, escrito).
  • Código: el lenguaje o sistema de símbolos utilizados.
  • Retroalimentación: la respuesta que confirma la recepción y comprensión del mensaje.

Carl Rogers (1951) enfatiza que la comunicación es el vehículo para el desarrollo de relaciones genuinas. Según Rogers, el éxito en la comunicación depende de la empatía, la congruencia y el respeto mutuo entre emisor y receptor, creando una relación de autenticidad y confianza.

 

Tipos de Comunicación: Verbal y No Verbal

Comunicación Verbal

La comunicación verbal es el uso de palabras para expresar un mensaje. La elección de palabras, el tono, la velocidad y el volumen juegan un papel crucial en la interpretación del mensaje, ya que afectan cómo el receptor percibe la intención y el estado emocional del emisor. Albert Mehrabian (1971) demostró que solo el 7% de la comunicación emocional depende de las palabras, mientras que el 38% se basa en el tono de voz y el 55% en la comunicación no verbal.

Ejemplo en pareja:

  • No asertivo: “Nunca ayudas en casa; parece que todo recae en mí.”
  • Asertivo: “Me gustaría que pudiéramos distribuir mejor las tareas para que ambos tengamos tiempo de descansar.”

Comunicación No Verbal

La comunicación no verbal incluye gestos, expresiones faciales, postura, y otros elementos del lenguaje corporal que acompañan o contradicen el mensaje verbal. Edward T. Hall (1966) señala que el lenguaje no verbal permite una comunicación más rica y completa, revelando aspectos que las palabras no expresan.

Ejemplo en pareja:

  • Evitar contacto visual o cruzar los brazos al decir “estoy bien” puede indicar incomodidad o falta de sinceridad, lo que puede generar confusión en la pareja.

Importancia de la Comunicación No Verbal

La comunicación no verbal representa gran parte del mensaje emocional y puede reforzar, suavizar o contradecir las palabras. Esta discrepancia puede afectar la credibilidad del mensaje y el nivel de confianza entre los miembros de la pareja. Según Mehrabian (1971), la interpretación emocional se basa en la coherencia entre el mensaje verbal y el no verbal, siendo el contacto visual, las expresiones faciales y la postura claves para lograr una comunicación efectiva.

 

¿Qué es la Comunicación Asertiva?

La comunicación asertiva es la capacidad de expresar pensamientos, necesidades y emociones de forma honesta y respetuosa. Arnold Lazarus (1973) define la asertividad como una habilidad que permite expresar deseos y opiniones sin agredir ni ceder a la pasividad. La asertividad promueve relaciones basadas en el respeto mutuo y la claridad.

La palabra asertividad, proviene del latín assertus y quiere decir "afirmación de la certeza de una cosa", de ahí podemos ver que está relacionada con la firmeza y la certeza o veracidad, y así podemos deducir que una persona asertiva es aquella que afirma con certeza.

La respuesta asertiva se considera como una habilidad de comunicación interpersonal y social, es una capacidad para transmitir opiniones, posturas, creencias y sentimientos de cada uno sin agredir ni ser agredido. Si para el individuo las opiniones y deseos de los demás prevalecen sobre los propios, la consecuencia es la sumisión que impide que avance el grado de confianza de una relación al no darse a conocer y convirtiéndose así en un absoluto desconocido. En un lugar de trabajo tenemos que dirigir nuestros esfuerzos en adquirir y mantener unas buenas habilidades sociales, unas relaciones con nuestro entorno laboral que aporten un valor añadido a nuestros conocimientos y una capacidad respecto a la profesión que ejercemos. Es importante una comunicación asertiva que haga valer los derechos de cada uno de nosotros para ser tratados de manera justa, para ello debemos expresar de manera clara y específica lo que en realidad se quiere, piensa y siente.

El asertividad se construye en todo un modelo que sigue principios generales, de dentro hacia fuera, de construir fortalezas en nuestra persona, para después poder exteriorizar un desempeño que sirva a los demás; es así como se parte del "respetarte a ti mismo" para "respetar a los demás", le continúan a estos principios asertivos ciertas habilidades instrumentales que favorecen la comunicación real. El modelo completo en cuanto a los principios generales sigue la siguiente lógica:

● Respeto por uno mismo

● Respetar a los demás

● Ser honesto

● Ser apropiado

● Control emocional

● Saber decir

● Saber escuchar

● Ser positivo

● Lenguaje no verbal 

CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA ASERTIVA:

 

1. Se siente libre para manifestarse. Mediante sus palabras y actos parece hacer esta declaración “Este soy yo”, “Esto es lo que siento, pienso y quiero”.

2. Puede comunicarse con personas de todos los niveles: amigos, familiares y extraños; y esta comunicación es siempre abierta, directa, franca y adecuada.

3. Tiene una orientación activa en la vida, va tras lo que quiere. En contraste con la persona pasiva que aguarda que las cosas sucedan, intenta hacer que sucedan las cosas.

4. Actúa del modo que juzga respetable. Al comprender que no siempre puede ganar, acepta sus limitaciones; sin embargo, intenta siempre con todas sus fuerzas lograr sus objetivos, de modo que gane, pierda o empate, conserve su respeto propio y su dignidad.

5. Acepta o rechaza, en su modo emocional, a las personas. Con delicadeza, pero con firmeza, establece quiénes van a ser sus amigos y quiénes no.

6. Se manifiesta emocionalmente libre para expresar sus sentimientos. Evita los dos extremos: Por un lado, la represión y por el otro la expresión agresiva y destructiva de sus emociones.

Perfiles de Comunicación

  1. Asertivo: Expresa necesidades y emociones respetando los derechos de los demás. La comunicación asertiva es constructiva, no se basa en ataques ni en la pasividad, y fomenta una respuesta colaborativa.
  2. Reactivo-Servicial: Atiende las necesidades de otros y defiende los sentimientos ajenos, sin descuidarse a sí mismo. Se centra en el apoyo mutuo sin sacrificarse ni ser complaciente.
  3. Agresivo: Prioriza sus propias necesidades, sin considerar las de los demás, a menudo expresándose con confrontación y menosprecio.
  4. Pasivo (No Asertivo): No expresa sus necesidades ni emociones y evita conflictos, lo que puede llevar a la insatisfacción personal y conflictos no resueltos.

 

Tabla Comparativa de Frases Asertivas y No Asertivas en el Matrimonio

SituaciónNo AsertivoAsertivo
Necesidad de tiempo personal“Nunca piensas en mí, necesito espacio.”“Siento que necesito un poco de tiempo para relajarme. ¿Podríamos organizarlo juntos?”
Desacuerdo sobre finanzas“Siempre gastas en cosas innecesarias.”“Me gustaría que revisáramos juntos nuestros gastos para asegurarnos de que ambos estamos cómodos con el presupuesto.”
Necesidad de expresar afectoEvita contacto visual y se queda en silencio esperando que la pareja lo note.“Quiero que sepas que eres muy importante para mí, y aprecio todo lo que haces.”
Insatisfacción por falta de ayuda en casa“Nunca haces nada; todo recae en mí.”“Siento que sería útil si pudiéramos repartir las tareas de manera más equitativa para ambos.”

 

Técnicas para una Comunicación Asertiva en el Matrimonio

Técnica Sándwich: Instructivo y Detalles

La Técnica Sándwich es una herramienta de comunicación que combina comentarios positivos y constructivos para evitar que la retroalimentación negativa sea malinterpretada como un ataque.

  1. Primero, expresa un comentario positivo: Inicia reconociendo algo que aprecies en tu pareja. Esto permite abrir la conversación de manera amistosa y disminuir la resistencia.
  2. Sigue con la retroalimentación constructiva: Aquí se comunica la sugerencia o solicitud de cambio de manera directa pero respetuosa.
  3. Cierra con otro comentario positivo o alentador: Esto refuerza el compromiso de mejorar y el apoyo mutuo.

Errores Comunes al Usar la Técnica Sándwich

  • Evitar la sinceridad en los comentarios positivos: Si el comentario positivo parece forzado, puede sonar manipulativo.
  • Ignorar la retroalimentación constructiva: Es importante que el núcleo de la técnica esté bien planteado y no se suavice demasiado para evitar confusión en el mensaje.

Riesgos de no Aplicar Bien la Técnica

  • Si la técnica es mal utilizada, puede crear resentimiento y desconfianza, ya que la pareja podría percibir la retroalimentación como manipulativa o falsa.

 

Técnica DEPA: Instrucciones Detalladas

La Técnica DEPA (Describir, Expresar, Proponer, Agradecer) es efectiva para abordar situaciones potencialmente conflictivas en la pareja. Esta técnica permite estructurar la conversación de manera respetuosa y proactiva. La técnica DEPA nos puede ser muy útil para enfrentarnos a esas situaciones en las que queremos pedir un cambio de conducta a alguien de nuestro entorno de manera asertiva. Su nombre es un acróstico derivado de las cuatro fases que componen la técnica: describir, expresar, pedir y agradecer. Veamos con detalle cada una de ellas:

  1. Describir: Explica de manera objetiva la situación. El primer paso consiste en poder transmitir a nuestro interlocutor de la manera más precisa posible cuál es la conducta que nos está resultando molesta y que queremos que cambie de manera impersonal narrando hechos de manera cronológica, evitando juicios y palabras como siempre o nunca.
  • Ejemplo:
  • “He notado que en las últimas semanas hemos tenido menos tiempo para hablar de nuestros planes”
  • “Cuando quedamos con nuestros amigos para cenar, muchas veces no me diriges la palabra en toda la cena y sólo hablas con el resto de personas”
  1. Expresar: Acto seguido, debemos comunicar a la otra persona cómo nos sentimos ante esa situación, para que comprenda que nuestra petición de cambio no es arbitraria, sino que busca paliar el malestar emocional que ello nos está produciendo. Lograr transmitir estas emociones ayudará enormemente a nuestro interlocutor a empatizar con nosotros (y, consiguientemente, facilitará que acepte el cambio que a continuación le proponemos). Expón tus sentimientos de manera clara y honesta, en primera persona, sin exagerar pero sin ocultar sentimientos, pero sin dejar de conservar la calma y con diplomacia .
  2. Proponer: Ofrece una solución concreta o sugerencia. Una vez descrita la situación y expresadas nuestras emociones es hora de solicitar un cambio. Vamos a ofrecerle a nuestro interlocutor una alternativa conductual que pueda satisfacer a ambos o que haga una propuesta. Debe tratarse de acciones y no de intenciones, actos o acciones concretas y observables, e inclusive medibles.
  3. Agradecer: La última fase del mensaje consiste en reconocer y agradecer a nuestro interlocutor la atención prestada y/o su esfuerzo o motivación por cambiar. Este reconocimiento fomenta el cambio, premia una conducta que queremos que se repita constantemente. Hay tres momentos en que se puede agradecer: cuando se termina esta conversación es posible agradecer por los acuerdos generados, así como el tiempo y espacio prestados; cuando se observa que la conducta se está cambiando cumpliendo con lo propuesto, para fortalecer el compromiso; y cuando se han obtenido los resultados esperados. Ninguno de estos momentos se debe omitir.

Estas cuatro fases tenemos que ser capaces de hilvanarlas en un único mensaje comunicativo; la única fase que podemos demorar es la última (agradecimiento), que puede esperar unos minutos, horas o incluso días hasta que veamos alguna respuesta por parte de la otra persona. Por ejemplo, el mensaje podría quedar así:

«Juan, llevo tiempo queriendo decirte algo que me hace sentir mal. (D) Cuando quedamos con nuestros amigos para cenar, muchas veces no me diriges la palabra en toda la cena y sólo hablas con tus amigos. Eso no me gusta nada porque (E) me hace sentir desplazado e ignorado, como si no existiera. Quiero que tú también disfrutes cuando salimos, pero (P) me gustaría que estuvieras un poco más pendiente de mí, con preguntarme qué tal estoy o si necesito, algo me bastaría» (…)  «Qué bien me lo he pasado esta noche. (A) Me he dado cuenta que has estado intentando cambiar aquello que te comenté. Muchas gracias por tenerlo en cuenta»

Errores Comunes y Riesgos

  • Falta de claridad en la propuesta: Si la propuesta no es concreta, el mensaje puede perderse.
  • Invertir o saltar pasos: Saltarse esta fase o mezclar los pasos puede llevar a una confusión y a un resultado no deseado.

 

Empatía y Asertividad en el Matrimonio

La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de otra persona, poniéndose en su lugar y viendo el mundo desde su perspectiva. Etimológicamente, la palabra “empatía” proviene del griego "empatheia," que significa "sentir dentro" o "sentimiento apasionado." Esta noción, que implica una profunda conexión emocional, ha sido interpretada y estudiada por varios autores y es fundamental en el desarrollo de relaciones humanas genuinas y profundas. El concepto de empatía fue formalizado en el siglo XIX por el filósofo alemán Robert Vischer, quien introdujo el término Einfühlung (literalmente, “sentirse dentro”) en 1873 para referirse a la relación emocional entre un observador y una obra de arte. Más tarde, Edward Titchener, un psicólogo británico, tradujo este término como “empatía” en inglés, y lo extendió para describir la capacidad de una persona para experimentar los sentimientos de otra.

Desde entonces, la empatía ha sido estudiada por psicólogos como Carl Rogers, quien la consideró una habilidad central en la comunicación terapéutica. Para Rogers, la empatía implica “comprender con precisión los sentimientos de otra persona y transmitirle esa comprensión” (Rogers, 1959), lo cual no solo ayuda al otro a sentirse comprendido, sino que también establece una relación de confianza y respeto.

En la comunicación asertiva, la empatía es fundamental porque ayuda a expresar las propias necesidades y emociones de una manera que respete los sentimientos y perspectivas de la otra persona. Al ser asertivos, nos enfocamos en nuestras necesidades sin ignorar las del otro, y la empatía permite ajustar nuestro mensaje para que sea recibido de manera respetuosa y constructiva. Cuando comunicamos asertivamente desde la empatía:

Aumenta la receptividad: Expresar nuestras emociones considerando los sentimientos del otro facilita la escucha activa y evita que la otra persona se sienta atacada o invalidada.

Fortalece la comprensión mutua: La empatía permite que ambas partes puedan reconocer y entender tanto sus propias emociones como las del otro, lo que reduce los malentendidos y mejora la claridad en la comunicación.

Fomenta la resolución de conflictos: A través de la empatía, es más fácil buscar soluciones que beneficien a ambas partes, ya que cada persona se siente respetada y validada.

La empatía es fundamental para la comunicación asertiva, especialmente en el contexto de una relación de pareja. Empatizar significa ponerse en el lugar del otro, validando sus sentimientos sin juzgar ni apresurar la conversación. Según Marshall Rosenberg (2005), la comunicación no violenta se basa en expresar necesidades y sentimientos de manera que el otro se sienta escuchado, lo que es especialmente útil en el matrimonio.

En el contexto del matrimonio, la empatía se convierte en uno de los pilares de una relación saludable. Al ser capaz de entender y compartir los sentimientos de la pareja, cada miembro puede responder de manera que apoye las necesidades emocionales del otro. La empatía en el matrimonio tiene varias implicaciones positivas:

 

Profundiza el vínculo emocional: Sentirse comprendido por la pareja refuerza la conexión y confianza mutuas, ya que ambos sienten que pueden ser auténticos sin miedo a ser juzgados.

Mejora la comunicación y la asertividad: La empatía facilita la expresión de emociones y necesidades sin causar fricción. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja tiene un mal día y necesita espacio, la pareja puede comprender esta necesidad y ofrecerle apoyo sin tomarlo como algo personal.

Reduce el resentimiento: Cuando ambos en la pareja se sienten escuchados y validados, disminuye la probabilidad de que se acumulen resentimientos o frustraciones. La empatía facilita el perdón y permite que los conflictos se resuelvan de manera positiva.

 

Conclusión: Comunicación Asertiva y Empatía en el Matrimonio

Desarrollar una comunicación asertiva en el matrimonio requiere práctica y dedicación. La habilidad de expresar nuestras emociones y necesidades de manera directa y respetuosa permite construir una relación más sólida, abierta y saludable.

Supongamos que uno de los miembros de la pareja siente que está asumiendo la mayoría de las responsabilidades del hogar. En lugar de expresar esta preocupación de forma agresiva o pasiva, puede abordar el tema de manera asertiva y empática, diciendo:

  • “Sé que ambos estamos ocupados y que el trabajo nos demanda mucho. Aprecio mucho el esfuerzo que haces, pero últimamente siento que me está costando asumir todas las tareas en casa. ¿Podríamos encontrar una forma de distribuirlas mejor?”

En este ejemplo, la empatía permite que la queja se presente de forma respetuosa y constructiva, reconociendo el esfuerzo del otro y abriendo el diálogo sin reproches.

Fomentar la empatía en el matrimonio promueve una relación de apoyo mutuo, comunicación abierta y resolución de conflictos efectiva. Cuando ambas partes se sienten comprendidas y respetadas, se reduce la tensión y se fortalece el compromiso. Esto convierte la comunicación asertiva y empática en un elemento indispensable para una relación saludable, basada en el respeto, la comprensión y la conexión emocional.

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