Daniel Bonabia


Terapia individual - 65 €
Terapia de pareja - 80 €

15 años de experiencia: Relaciones, Separaciones y pérdidas, Lesiones, Desarrollo personal

Invitación de Administración


May 2025

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La psicoterapia me ha cambiado porque me ha enseñado a estar en relación
La Gestalt me enseñó que lo verdaderamente terapéutico no es lo que sé, ni lo que digo, sino cómo estoy. Que el cambio ocurre en el contacto, en ese espacio entre tú y yo donde algo nuevo puede emerger si estamos disponibles. La psicoterapia, vivida desde esta mirada, me ha cambiado porque me ha invitado a estar más presente, más disponible, más vivo en el vínculo.

Aprendí que acompañar no es guiar ni dirigir, sino estar con el otro desde mi humanidad. Sostener el vacío sin llenarlo. Nombrar lo que aparece, sin juicio. Habitar el silencio cuando no hay palabras, y confiar en la sabiduría del proceso.

En mi propio camino como paciente, fui tocado por vínculos que me permitieron recuperar partes de mí que había dejado atrás. Y fue en ese encuentro auténtico donde descubrí que el vínculo es la herramienta, el camino y, muchas veces, también el destino.

La psicoterapia se trata de eso: de estar en relación. De crear un espacio donde el otro pueda verse, reconocerse, permitirse sentir. Un lugar donde algo nuevo puede surgir porque estamos juntos, en presencia.

Y eso me sigue cambiando. Cada vez que alguien me abre su mundo, cada vez que puedo estar sin pretender salvar, cada vez que nos encontramos de verdad, algo se transforma. Y ese algo es profundamente humano.

Soy una persona sensible y observadora. Esa sensibilidad no solo forma parte de mi manera de estar en el mundo, sino que también es la base desde la que me vinculo con las personas que acompaño. Me permite captar lo que no siempre se dice con palabras, estar atento a lo sutil, a los matices del cuerpo, a las pausas, al ritmo emocional del otro.

Mi mirada es integradora y humanista. Me apoyo principalmente en la terapia Gestalt y en el enfoque sistémico, porque ambos me invitan a mirar al ser humano en su totalidad, en relación consigo mismo, con los otros y con su contexto. Desde la Gestalt, doy valor al aquí y ahora, a la toma de conciencia, al contacto auténtico. Desde la mirada sistémica, tengo presente que toda historia personal se teje dentro de una red de vínculos familiares, sociales y culturales que la sostienen y también la condicionan.

Trabajo desde un lugar en el que lo terapéutico no se basa solo en la técnica, sino en el vínculo, en la presencia, en la escucha profunda y en el respeto por el proceso del otro. Acompañar no es intervenir desde fuera, sino caminar al lado, con humildad, disponibilidad y humanidad.

Duelo perinatal en padres
· Procesamiento emocional tras la muerte gestacional, perinatal o neonatal
· Dificultades para expresar el dolor en hombres
· Sentimientos de culpa, desconexión emocional y aislamiento social
Estados del ánimo
· Crisis de pánico, ansiedad anticipatoria y síntomas somáticos
· Manejo de pensamientos intrusivos y exigencias internas
Duelo por otras pérdidas
· Muerte de seres queridos (madres, padres, parejas)
· Duelo por rupturas amorosas o muertes simbólicas
Conflictos de pareja relacionados con la parentalidad y el duelo
· Desajustes en el ritmo del duelo
· Dificultades de comunicación y conexión emocional
Identidad masculina y paternidad
· Mandatos culturales sobre el rol de “padre fuerte”
· Reconexión con lo emocional y trabajo sobre la vulnerabilidad
Procesos de sentido vital y crisis existenciales
· Sensación de vacío, falta de propósito o desconexión consigo mismo
· Revisión de valores y prioridades vitales tras una crisis
Autoexigencia y perfeccionismo
· Dificultad para descansar o aceptar errores
· Identificación de figuras parentales o sociales interiorizadas
Trauma emocional y heridas de la infancia
· Experiencias de negligencia emocional
· Trabajo con la figura del niño interior desde la Gestalt

· Acompañamiento desde la presencia, sin patologizar
· Trabajo de sostén y vínculo en momentos de desesperanza
Procesos de toma de decisiones difíciles
· Dilemas vitales: continuar un embarazo, separarse, cambiar de vida
· Acompañamiento respetuoso desde el aquí y ahora

Me formé como psicoterapeuta en el Institut Gestalt de Barcelona, una escuela referente en el ámbito de la terapia humanista y relacional. Durante esta formación, no solo adquirí herramientas técnicas y conceptuales, sino que viví un profundo proceso personal de transformación. La Gestalt me ofreció una forma de estar en el mundo más consciente, más presente y más auténtica, y consolidó mi manera de acompañar desde el vínculo, el aquí y ahora y la escucha del cuerpo y la emoción.

He finalizando el Grado de Psicología en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), una formación rigurosa y flexible que me ha permitido integrar marcos teóricos actuales, pensamiento crítico y una base científica sólida a mi práctica clínica. Esta formación me permite complementar mi enfoque humanista con una comprensión profunda del funcionamiento psicológico, de la salud mental y del sufrimiento humano desde múltiples perspectivas.

Ambas formaciones, la gestáltica y la universitaria, se entrelazan en mi forma de acompañar: una mirada integradora que valora tanto la experiencia subjetiva como el conocimiento riguroso, con un compromiso ético y humano en el ejercicio profesional.

Los cursos realizados en el Instituto IPIR (España) me ofrecieron una base sólida y profundamente humana para el acompañamiento en procesos de duelo. La formación con Alba Payàs y su equipo me permitió comprender el duelo como un proceso dinámico, único y relacional, donde el foco está puesto en la presencia del terapeuta, la validación de la experiencia emocional y la creación de un vínculo seguro. A través de módulos como el de Relación terapéutica en duelo, Duelo y familia, o Técnicas de intervención, integré recursos prácticos y conceptuales que hoy forman parte de mi estilo de acompañamiento.

Por otro lado, la formación en trauma con ALESES me brindó un marco riguroso para el trabajo con experiencias traumáticas desde una perspectiva integradora, centrada en el cuerpo, la neurobiología y el vínculo. Aprendí a reconocer las manifestaciones del trauma no solo en los relatos verbales, sino también en el cuerpo, en los síntomas, en los silencios. Esta mirada me ha resultado especialmente valiosa al trabajar con hombres en duelo perinatal, donde muchas veces el trauma se manifiesta de forma encapsulada, silente o desplazada.

Ambas formaciones han contribuido significativamente a mi manera de estar como terapeuta: más presente, más atento al ritmo del otro, más consciente del impacto del vínculo y del poder reparador de una presencia genuina.


Reseñas de los clientes:

65 € por una sesión (hora)